jueves, 15 de noviembre de 2012

I am Muzzy

Mi madre es filóloga y siempre me ha enseñado que los idiomas son una herramienta fantástica para derrumbar las barreras que podrían recluir tu mundo a un espacio muy pequeño. De ahí que me enviase en sucesivas ocasiones a USA a mejorar mi inglés, me obligase a matricularme en la Escuela Oficial de Idiomas, etc... En ese momento era joven, y apenas entendía la importancia de todo aquello. Ahora me faltan las palabras para agradecerle tanto esfuerzo. Desde hace tiempo siento la necesidad de hacer llegar mi espectáculo a más y más gente, y qué mejor que el inglés para incrementar mi público potencial. Fue entonces cuando conocí a Dan Feist. Dan es un cómico norteamericano perteneciente al grupo Jajaha, que tiene el honor de ofrecer el único show permanente de comedia en inglés en Madrid: "Freshly Squeezed". Él me animó a intentarlo en un evento especial llamado "Olé Stars" que consistiría en una noche de cómicos españoles haciendo sus rutinas en inglés. Mi dominio del inglés está en horas bajas pero con su ayuda y la de Toni Rodríguez, otro de los integrantes de Jajaha, le di forma a mi texto y lo adapté un poco a la cultura anglosajona. El 4 de Octubre subí al escenario de Beerstation hecho un manojo de nervios y consciente de que este era el primer paso de cara a un objetivo mayor: llevar mi show fuera de España. Este es el resultado...

lunes, 2 de abril de 2012

El Plan B


Me alegra poder deciros que mi tercer monólogo en Paramount Comedy se estrena el Miércoles 4 de Abril. Se trata de "El Plan B", un texto que supone un cambio sustancial frente a los dos anteriores ("Las Bodas y los Científicos" y "La locura está ahí fuera"). Un fuerte cambio no tanto por los temas que aborda (que podría ser lo más evidente) sino por mi relación personal con los mismos. Cansado de urgar en la superficie para sacar gags con mayor o menor efectividad cómica, he decidido aventurarme más adentro para, con ayuda de la comedia, sacar a flote opiniones más profundas acerca de aquellas cosas que más me hacen reflexionar dentro del crisol de circunstancias que me rodean. No digo que haya dejado de lado hacer humor, simplemente digo que ahora intento hacerlo desde más adentro, desde el corazón.

Hay un debate eterno entre los cómicos, y también con nuestro público, que gira en torno al objetivo primordial de un cómico: hacer reír, frente a un objetivo en apariencia distinto que surge como consecuencia del primero: hacer pensar. Consecuencia porque los cómicos buscan sus chistes en sus vivencias y pensamientos, y al compartir un chiste no dejas de estar compartiendo una reflexión, que en según que temáticas podría volverse una opinión o incluso una denuncia. El problema surge cuando el público interpreta (de forma sabia o erróneamente, dependiendo del caso) que el cómico se está aprovechando de su situación como conductor de un show para tratar de imponer esa opinión al público. Yo lo tengo claro (lo cual no implica que esté en lo cierto): hacer reír es, al fin y al cabo, hacer pensar. Creo que simplemente es la temática (por ejemplo: política o religión) la que hace al público (o incluso al cómico) distanciar ambos objetivos. Si tú ofreces una opinión radical de un tema tan poco "polémico" como la aeronáutica (por ejemplo) el publico dirá que simplemente estás haciendo reír, pero si ofreces una opinión, por moderada que sea, con una temática política o religiosa estás perdido: has dejado de hacer reír... para hacer pensar. Parece que todo aquello de lo que uno pueda reírse ha de ser trivial y eso es completamente falso. Tabúes como el sexo, las drogas o incluso la muerte han sido utilizados una y otra vez en nuestros monólogos y chistes populares, y me arriesgo a decir que son los chistes que más gracia hacen de todos. Al fin y al cabo... ¿qué es la comedia sino un show de striptease de tabúes sobre un escenario? Pero parece que cuando llegamos a la política y a la religión chocamos contra un muro, y la gente se olvida de nuestros remates para centrarse en nuestras premisas. En países como USA e Inglaterra, en los que la comedia tipo stand-up lleva más tiempo en marcha, estos muros ya han caído, e incluso hay cómicos que se limitan a estas temáticas. ¿Cuánto tiempo tardarán en derrumbarse en España? Yo, desde luego, voy a ser de los que siguen picando...

Aquí os dejo un breve anticipo de "El Plan B"... pero el Miércoles 4 tendréis más...

domingo, 29 de enero de 2012

Democracia? No lo creo...


Imagina que perteneces a una pandilla de 5 chicos. Hasta hoy siempre ha tomado las decisiones una persona: vuestro líder. Si él quería ir a la playa, todos ibais a la playa, y si prefería quedarse en casa y no salir, pues todos recluidos en su dulce hogar. En efecto, vivías en una Dictadura. Así se sentían los griegos de la época Micénica (en el siglo XVI a.c.) o, ya más adelante, los ciudadanos de Atenas del siglo VI a.c. Pero hoy en tu pandilla habéis tomado una importante decisión: de ahora en adelante someteréis a votación los planes... y será el plan más votado el que se lleve a cabo. Bienvenido a la Democracia. Algo así pasó en Grecia en el siglo V a.c. Las ciudades estado griegas eran poco más que un pueblo de los de hoy en día, y las decisiones se tomaban en asambleas ciudadanas no muy diferentes a tus reuniones vecindarias o a las que se podrían dar en el ejemplo del inicio. Esta situación era ideal porque lo que ocurre cuando las poblaciones son pequeñas es que el sentir de la mayoría tiene un peso empático en los ciudadanos. ¿Qué quiere decir esto? Pues que aunque no estés de acuerdo con lo que se ha decidido, el hecho de que los que sí están de acuerdo formen una comunidad contigo, es decir, os conocéis y convivís juntos (para lo bueno y para lo malo) hace que esas decisiones las sientas cercanas a ti, pese a no compartirlas. Es como en el ejemplo de la pandilla: si todos tus colegas quieren ir a la playa y tú no, cuando te pones el bañador y coges tu toalla piensas: "bueno, son mis chicos, un día es un día". Lo que quiero decir es que el "son mis chicos" o, llevado a la Grecia socrática, "es mi comunidad", hace que el peso de la mayoría resida en la empatía hacia tus congéneres más allá del mero hecho de que su opinión sea simplemente la más votada. Se convierte en un asunto de la coherencia de ir de la mano con aquellos que conviven contigo y con los que discreparás, unas veces sí, y otras no. Esta es la democracia que conocieron los griegos en las ciudades estado, la democracia de Pericles (por ejemplo).

Ahora imagina que tu pandilla empieza a expandirse. Un amigo trae a otro y este a otro más, y luego es el amigo de un amigo que trae una pandilla de otro pueblo que a su vez conoce a otros 200 tipos de un pueblo cercano que.... en fin, que tu "pandilla" (si es que ahora se le puede llamar así) ahora tiene cientos de miles de integrantes, el 99% de los cuales ni siquiera has visto una vez en tu vida. De nuevo los planes se someten a votación... y el más votado se llevará a cabo. Bienvenido a la Democracia Moderna. Lo que ocurre ahora es que lo que decida la mayoría ya no tiene un peso empático en ti. La decisión de esa masa de gente la ves como algo muy ajeno, y si no estás de acuerdo con ello no hay un "son mis chicos" o "es mi comunidad" que te consuele. Solo queda bajar la cabeza y asentir. O eso o salir a la calle a gritar mientras los desconocidos te miran desde las ventanas de sus casas mientras te llaman "loco" o "reaccionario". Eso si no mandan a una cuadrilla de desconocidos a que te den una somanta de porrazos... De repente te sientes en una posición muy parecida al inicio de este cuento. Hay algo ajeno a ti que decidirá por ti para siempre. Antes el líder que lo decidía todo era un colega tuyo... ahora ni siquiera eso... el "líder" es una masa de desconocidos que podrían enviarte a una guerra o hacerte cómplice de cualquier injusticia. Esto es la llamada Dictadura de la Mayoría. Lo peor de todo esto es que en el Sistema hay trampa: las masas son volubles... y fácilmente manipulables. Y esto quiere decir que con un buen programa propagandístico y unos medios de comunicación dispuestos a consentirlo, unos "pocos" de esa mayoría pueden manipular las opiniones y decisiones del resto. ¡Madre mía! ¿A dónde hemos llegado? De repente lo que al principio parecía un sueño se ha convertido en una pesadilla. Y además tienes un problema gordo, porque si alzas tu voz contra el Sistema, los "pocos" que llevan el cotarro y se lucran a base de manipular al resto no van a decir que gritas contra una pesadilla, sino que dirán que luchas contra un sueño, y hasta tendrán las pelotas de mencionar a Pericles o a los atenienses en los insultos que te lancen. Así, vagaras por las calles incomprendido, bajo la mirada de atónitos desconocidos, que sonríen a tu paso como el que acaba de ver a un tarado. Y luego girarán de nuevo su rostro hacia la tele, y seguirán impregnándose de esa propaganda que les hará creer que realmente sus opiniones personales pesan en las decisiones del conjunto... cuando la trampa está en en que ya no hay "opiniones personales", las opiniones te las han ido inculcando desde niño... en el cole, en la tele, en las películas, en los periódicos, los telediarios... ya no eres dueño de lo que piensas... sólo un loro que repite lo que le han enseñado a pensar.

Pero volvamos nuestras miradas atrás. A lo largo del siglo XV los otomanos expandían sus dominios en Oriente. Su avance por Europa Oriental hacia el Peloponeso produjo un éxodo masivo de ciudadanos griegos, y muchos de ellos llegaron a la toscana italiana impregnados de la cultura clásica que creíamos perdida. Italia en esa época estaba disgregada en pequeñas ciudades estado, a diferencia del resto de Europa, un collage de vastos territorios bajo el yugo de reyes y nobles de un feudalismo ya rancio. Que gran coincidencia: griegos y sus conocimientos y, de nuevo, ciudades estado. A lo largo del siglo XV los habitantes de la península itálica abrazaron de nuevo la cultura y el pensamiento de la Grecia clásica, de esa Grecia de la que hablamos al principio de este cuento. Todo estaba listo para el resurgir de un antiguo sueño, y que mejor nombre para ello que "El Renacimiento". Y ahora pongamos nuestras miradas en el presente. Internet ha provocado que las personas abandonen el aislamiento de la sociedad capitalista y vuelvan a hablar entre sí, y a compartir sus opiniones a miles de kilómetros de distancia, y a sentirse parte de grupos y comunidades. Que bonita esa palabra: Comunidad. Y es en estas comunidades donde se grita con fuerza que la Democracia que nos han vendido es un fraude. Por supuesto, los que lo gobiernan todo tiemblan... tiemblan en el Magreb, en Sol, en Manhattan y en Moscú. Tiemblan porque las trampas de un mentiroso tienen fecha de caducidad, y este Sistema corrupto también. ¿Quien sabe? Con suerte algún día podamos decir que en los siglos XV y XVI hubo un primer Renacimiento de carácter artístico, y en el XXI otro Renacimiento... político y social. Soñar, incluso en este Sistema donde sólo vale el dinero, es gratis.

Quedaos con esta cita de Thomas Jefferson: "La democracia no es más que el gobierno de las masas, donde un 51% de la gente puede lanzar por la borda los derechos del otro 49% ".

Otra Democracia es posible, eso es todo lo que digo. El cómico de la entrada del Blog de hoy, dado el tema que se ha tratado, es y tiene que ser: George Carlin... ¿quién sino? Atentos a esta rutina en la que habla del dilema shakesperiano de votar o no votar...

sábado, 21 de enero de 2012

Nuevo año... nuevas metas


Comienza un nuevo año y en mi cabeza ya asoma la eterna pregunta de cada Enero: "Vale Dani, y ahora... ¿qué?". Mientras en mi vida personal la llegada de Diego ha supuesto una ruptura y una revolución emocional respecto a tiempos pasados, mi vida profesional parece sumida en una cómoda rutina de actuaciones de Stand-up, bien sea en teatros, pubs, cenas de empresa... o incluso en el canal de Paramount Comedy. Y es cierto que sigo escribiendo y que, rumbo a mi tercer monólogo para el canal, se podría decir que estoy en una de las épocas más productivas (en lo que a texto se refiere) de mi carrera profesional. Y quizás es por esto que la pregunta este año ha saltado como una alarma: "Vale Dani, y ahora... ¿qué?". Toda mi vida soñé con poder, no sólo dedicarme a hacer Stand-up Comedy, sino a vivir de ello. Ahora que lo he conseguido es inevitable pensar que alcanzar una meta conlleva marcarse otras nuevas. Y digo inevitable porque, al menos en mi caso, no hacerlo supondría una pérdida de motivación que incluso pondría en peligro a la meta ya alcanzada. Y es por esto que a lo largo de los 2 últimos años me he estado formando en otras disciplinas dentro de la comedia que no sean el puro Stand-up. En concreto la Impro y la escritura e interpretación de sketches de humor. Y no he tenido malos maestros, lo cierto es que no he escatimado en gastos y gente como Robert McKee o Second City se encuentran entre ellos, no sin olvidarme, por supuesto, de ese gran profesional y colega que es Carlos Ramos. Y es que no se trataba simplemente de formarme, se trataba también de explorar nuevas formas de hacer reír, ponerme a prueba frente a retos diferentes al que estoy acostumbrado y, por lo tanto, buscar esas nuevas metas que sirvan de motor motivacional para ponerme a trabajar. A resultas de todo esto han nacido nuevos proyectos, uno de los cuales comparto con un colega de profesión y del que pronto tendréis noticias. No puedo daros más pistas pero lo que sí puedo deciros es que pelearé por estos nuevos sueños tanto o más como he peleado por los que ya he conseguido.

En cuanto al blog, nada va a cambiar, seguiré tan perezoso como siempre y por supuesto cada entrada irá acompañada de un video de cómicos PRO. Para comenzar el año qué os parece ese adorable loco llegado del Lado Oscuro... Sam Kinison.