jueves, 26 de junio de 2008

Los amigos de Danny Boy 4: Rober Bodegas


Voy a aprovechar para continuar la saga de “Los amigos de Danny Boy” con un compañero que acaba de dar el salto al estrellato. Estoy hablando del flamante ganador del concurso El Rey de la Comedia (el concurso no ha sido tan flamante, todo hay que decirlo) y actualmente guionista de Sé lo que hicisteis…, programa en el que a partir de Julio va a tener su propio apartado. También escribe artículos de humor en La Voz de Galicia y en sus ratos libres… pues se hará pajas, como todo el mundo. Conocido por su monólogo de los yogures y del Montus (aunque yo me quedo con el zumo exprimido “directamente” de las naranjas) he de decir que aún se me hace extraño verle actuando en castellano, dado que en mis comienzos como cómico (periodo de tiempo aún vigente) siempre le he visto actuar en gallego y si, soy de esos nostálgicos que tiene ganas de verlo de nuevo sentado en la silla de algún garito de Carballo “esbardallando coas súas cousas”. Le desearía suerte pero este es uno de esos cómicos que no la necesita… lo único que necesita es un micro y una corbata. Podría poneros un fragmento de alguno de sus monólogos pero me he decantado por un par de sus “nanomonólogos” (él los ha bautizado así) para así aprovechar y darle publicidad a la mejor cerveza del mundo: la Estrella Galicia (cuál si no???).



martes, 24 de junio de 2008

Hasta siempre George!!!


Hoy es un día triste para los cómicos. Ha muerto George Carlin, uno de los referentes mundiales de Stand-up Comedy. Casualidades de la vida hace poco he puesto un artículo (“Voces de Alarma…”) en el que incluía una actuación suya acerca de la “santidad de la vida”. El hombre ya había cumplido los 71 años y podría pensarse eso de “ya le iba tocando”, pero George Carlin es de esas personas que no deberían desaparecer nunca, y de hecho no lo hará (por lo menos mientras dure mi blog y el de muchos otros cómicos). Un fallo cardíaco ha acabado con la vida de este divertido agitador de masas, conocido por el carácter provocador de sus espectáculos, que llego a ser arrestado por violar las leyes contra la obscenidad (bueno… las leyes contra la obscenidad de Milwaukee… que debemos de violar todos los españolitos en nuestro día a día según abrimos la boca, pero ya sabemos como se las gastan los yankees). Este héroe de la contracultura persistió hasta el último de sus días luchando contra el sistema dogmático establecido desde el humor y la ironía (hace menos de un mes aún había hecho una actuación en Las Vegas… con sus 71 años y un buen par de cojones). “No tengo creencias ni lealtades. No creo en este país, no creo en la religión ni en Dios, y no creo en todas esas ideas institucionales creadas por el hombre”. Hasta siempre George!!!

viernes, 20 de junio de 2008

Danny Boy el deportista de élite


Me encanta el deporte, en serio. A pesar de parecer una pulga anoréxica os puedo asegurar que a lo largo de mi vida muchos fueron mis intentos de acabar siendo un figurín. Mi padre se hartó de inscribirme en múltiples deportes diferentes, a un ritmo de más de uno al año hasta llegar al instituto: futbol (“no es malo, es que al chaval le falta fuerza”), futbito (“entiéndalo, son muy pocos en la cancha y hay mucha competencia, yo tengo que elegir los mejores, que nos jugamos el torneo de futbito de infantiles del barrio de Canido de Ferrol … quizás en un deporte individual jugaría más su hijo”), taekwondo (“es mejor que se lo lleve a casa… es que se ceban con él… yo ya no puedo protegerle más…”), baloncesto (“su hijo no acaba de funcionar… ¿no preferiría llevarlo a futbito o a taekwondo?”). Cuando estaba en el instituto (ya viviendo en La Coruña) mi madre quemó todas las naves. Se presentó en las oficinas de un club de futbol local de cierto prestigio y les aseguró que yo era un excelente lateral derecho (especificando!!... con dos cojones) procedente del mejor club de futbol local de Ferrol (no se cortó un pelo). Allí aparecí yo, con mi físico de biafreño, dos botas a estrenar, pantalón corto luciendo canillas de aguja y camiseta de propaganda. Primer entrenamiento, empieza a funcionar el llamado “efecto Pigmalión”, es decir, las expectativas creadas en torno a algo o a alguien causan más efecto que el resultado observado. Esto explica por qué si a Rivaldo le rebota un balón en el culo y mete gol es “el genio que los mete hasta con el culo” y si le pasa lo mismo a Julio Salinas es “tan malo que solo los mete con el culo”. Yo me presenté como “una gran promesa del mejor equipo de Ferrol” y así se me recibió. Cada vez que yo no controlaba bien un balón el entrenador le gritaba al otro: “si no se la pasas bien, que coño quieres que haga!!!”. Si tropezaba y me caía sin motivo aparente (muy típico de mí cuando juego al futbol) el entrenador, lejos de llamarme cafre, me pedía perdón…: “es que no tenemos presupuesto para entrenar en un sitio mejor… disculpa por el estado del campo…”. Si le metía un zambombazo al balón desde la línea de corner y lo mandaba al patio de luces de un edificio adyacente el tío se ponía furioso: “¡¡¡¿es que nadie ha comprobado si ese balón está bien hinchao?!!!”. Todo menos admitir lo evidente: soy probablemente el peor jugador de futbol de Ferrol… y no digo nacional por no resultar prepotente. Viendo que de lateral derecho la cosa no funcionaba porque “igual es que no es tu posición ideal” el pobre hombre me dio oportunidades en todas las posiciones habidas y por haber (e incluso se inventó alguna por el camino… por si acaso). Nada. El “efecto Pigmalión” tiene fecha de caducidad. Me expulsaron del equipo un día de entrenamiento en el que, ante el asombro del resto de jugadores, el entrenador comprobó in situ que no era capaz ni de devolver un balón al pie…. y mucho menos tirar a puerta con cierta decencia. Luego en la universidad intenté ponerme cachas en un gimnasio para aumentar mis probabilidades de mojar los fines de semana (como todos). Por mucho atún y pavo que comía y muchas horas que metía en el gimnasio la única respuesta de mi cuerpo era adelgazar más. Luego probé la natación… adelgazaba aún más. Hace tiempo que he tirado la toalla… Sin embargo la semana pasada me presenté en un polideportivo de Arganzuela a jugar una pachanga de baloncesto con unos compis del mundo cómico. Allí, por lo menos, estaban todos en preaviso y nadie esperaba ni una canasta de este servidor, y mucho menos una asistencia mágica o un ally-hoop (esto es una imposibilidad física para mí). Conclusión: fue muy divertido, lo pasamos de puta madre y, como a posteriori nos fuimos a beber cerveza a un bareto (que deportistas…), pues puedo decir que NO ADELGACÉ NADA!!!

Aquí os dejo una foto de unos deportistas de élite en plena acción (de izquierda a derecha): Danny Boy (yo), Carlitos (cómico-músico de estatura privilegiada), Javi y David (ambos del dúo cómico Cuentake)… sólo falta Gasol.



No me importa ser tan delgado (aunque no deje de hablar de ello). Al fin y al cabo.. todos acabaremos, tarde o temprano, muuuuuuy delgaditos, yo simplemente soy de los que no dejan las cosas para última hora. ¿Y después qué? En mi caso probablemente el infierno, ese lugar temible que siempre representan como una bacanal de peña en pelotas alrededor de una hoguera gigante (vamos, como la noche de San Juan… pero en “mola”). Si algún día conozco al diablo… espero que se parezca a Rowan Atkinson. Echarle un vistazo…

viernes, 13 de junio de 2008

Voces de alarma...


El verano se presenta apasionante. Es de todos los cómicos conocido que Julio y Agosto no son precisamente los mejores meses para trabajar. Los estudiantes vuelven a sus casas, la gente se va de vacaciones, cambian sus locales habituales por las cañas en una terracita para disfrutar de la brisa nocturna.. en resumen, en los locales de monólogos no queda ni Dios, muchos dejan de programar… Es por esto que si eres cómico es importante que en este cuento seas una hormiga y no una cigarra, porque a lo largo del año hay que ir ahorrando para cuando llega el verano. Este año, además, tenemos a nuestros amigos la crisis económica y la huelga de transportes al acecho. El que no se acojona es porque no quiere. Y eso que los españoles tenemos una tendencia a la exageración que siempre me ha resultado simpática. Cuando me enteré de lo de la huelga (tarde, como siempre) me advirtieron que debería llenar el depósito de combustible de mi coche porque el suministro se iba a terminar. Allí fui. Lo que me encontré en la gasolinera no tenía nombre. El clima que se respiraba era más o menos el que esperas después de un desastre nuclear o ante el inminente impacto de un meteorito asesino. La gente gritando, corriendo de un lado para otro, derramando gasolina por fuera del depósito para “apurar hasta la última gota”, un fulano saliendo con dos bidones de gasolina bajo el brazo “por si acaso”,… un espectáculo. Me recordó aquella broma que nos hicieron los informáticos con lo del “efecto 2000” y aquel reportaje de la televisión gallega en el que se veía a señoras de pueblos recónditos de nuestros montes saliendo de los hipermercados con 8 carritos llenos por familia porque… iban a dejar de funcionar los ordenadores, los satélites, el despertador de la cómoda, … vamos, una hecatombe. Al final, por supuesto, nada. Pero es que aquí lo de dramatizar las situaciones lo llevamos muy adentro. Con esto no estoy diciendo que la huelga de transportes sea una broma ni mucho menos. Me he estado informando y la verdad es que la cosa esta muy pero que muy jodida para esta gente. Ahora bien, una cosa es eso y otra es ir en tropel y “saquear” hipermercados y gasolineras como si tuviéramos que meternos en nuestros Bunkers antilluvia radiactiva, quemar vivo a un tío que estaba durmiendo en un camión,... En España, y con mucha facilidad, se nos va la olla. Lo más fuerte que he llegado a escuchar es un tío de mi barrio que me dijo que era un buen momento para donar sangre (¿¿¿¿????) por lo de la crisis. Al principio me pareció la mayor gilipollez que podía salir de la boca de un fulano de Hortaleza, luego lo pensé mejor… y si, es la mayor gilipollez que podría haber dicho. Yo, de todas formas, no puedo donar sangre porque estoy muy delgado. La última vez que me animé a ir a donar sangre me metieron dos unidades a mi.

Hoy estoy un poco caprichoso así que, os guste el humor yankee o no, os voy a dejar con una de mis debilidades: George Carlin. En este monólogo, en realidad un fragmento de su espectáculo sobre el aborto, habla de “la santidad de la vida”, un tema muy pero que muy peliagudo…

martes, 10 de junio de 2008

Los amigos de Danny Boy 3: Carolina Noriega


Es cierto que he pecado de dejar a un lado a los cómicos de este país en los inicios de este blog, con una interminable lista de recomendaciones de cómicos norteamericanos. Sin embargo, lo que resulta inadmisible, y más a día de hoy, es que aún no me haya molestado en incluir en los artículos de mi blog a una chica. No sólo en el mundo del teatro y del cine cada vez es más frecuente ver a chicas ocupando roles de protagonistas que hasta hace poco por desgracia estaban exclusivamente destinados a hombres. El mundo de los cómicos no es una excepción y hoy en día no hace falta ir a un teatro a ver los Monólogos de la Vagina para poder ver a una mujer protagonizando un espectáculo de humor. La verdad es que hay mucho donde escoger pero yo me quedo con mi colega Carolina Noriega, chica Paramount a la que siempre que llamo la pillo o en un aeropuerto o en una estación… o dirigiéndose a un aeropuerto o a una estación… Por desgracia aún no he podido ver a esta trotamundos en directo (digamos que trotamos mundos diferentes), pero en Internet he encontrado cosas “cucas” como esta…

martes, 3 de junio de 2008

Los amigos de Danny Boy 2: Miguel Lago


…Y para seguir con las presentaciones qué mejor que dar paso a uno de los mejores cómicos de mi tierra que además es mi otro padrino: Miguel Lago. Si lo que buscáis es humor irónico, inteligente, elaborado, fino como la seda, entonces buscáis a Miguel. Apodado por sus fans (en su mayoría féminas) como “labios carnosos”, este chico puede presumir de haber grabado en múltiples ocasiones, tanto en la TVG como en la Paramount Comedy, y se sospecha que sin realizar ninguna felación. Actualmente a este genocida le gusta reflexionar sobre problemas de actualidad como el de la obesidad infantil. Y es que nadie puede negar que los niños de hoy están gordos…