jueves, 28 de agosto de 2008

Nueva temporada


Se acaba el verano y los cómicos volvemos a la carrera. A fecha de hoy ya tengo fijadas algunas actuaciones en Septiembre y Octubre: Getafe, Murcia, Almería, Coruña, Avilés, Alicante,… algunos de los sitios por donde me veréis, muchos kilómetros por delante. Si queréis saber cuando actuaré por vuestra zona podéis poneros en contacto conmigo enviando un mail a info@danirivera.com

Estoy lleno de energías para la nueva temporada. El verano, como siempre, ha sido parco en actuaciones y ya tengo mono de volver a los circuitos. Mi objetivo no ha cambiado: hacer que aquellos que acudan a mi espectáculo pasen un buen rato y seguir mejorando como cómico, día a día, sin descanso. Quedan, además, nuevos retos por delante: la radio, la televisión,... muchos proyectos por concretar.

Ahora que vuelvo al ruedo, ahora que retomo el escenario, no puedo olvidarme de agradeceros a todos lo bien que me ha ido la temporada pasada, y desde aquí mando un abrazo a todos aquellos que habéis confiado en mi, a todos los que acudisteis a verme, a todos los que me seguís en este blog (esto ya parece un anuncio de Coca-Cola joder), mi espectáculo jamás funcionaría sin todos vosotros. Llegué a Madrid y he trabajado duro para poder estar donde estoy, sin olvidarme de todos aquellos que me han ayudado, tanto que soy yo el que ahora está en disposición de prestar ayuda a aquellos más novatos que van llegando. Bienvenidos sean. Todos los cómicos saben que esto no es sólo un trabajo. Muchos de mis compañeros son ahora grandes amigos míos. Es una buena noticia saber que sangre nueva llega a esta gran familia.

Se acabó el verano. El espectáculo comienza… de nuevo.

jueves, 21 de agosto de 2008

Olimpiadas y Cocaína


Me voy a saltar lo del playback de la niña y los fuegos artificiales pregrabados para ir al grano. Las olimpiadas ya están aquí (metafóricamente hablando claro, porque estar… están a tomar por culo). Es increíble lo fácil que es convencer a alguien para que se quede pegado al televisor una hora viendo a un fulano dando volteretas intercaladas con gestos afeminados; sólo tienes que decirle que sólo pasa cada 4 años, y punto. Con la excusa de que “son cada cuatro años” la gente se lo traga todo. Incluso ves cosas que ni siquiera eres capaz de entender. Por ejemplo, lo de la gimnasia. Sale un chino, da 500 vueltas alrededor de una barra, luego sale disparado como un cohete, hace tres tirabuzones y cae en la colchoneta. El juez levanta un cartel: 6 puntos (¿¿¿???). Que te dan ganas de llamar para protestar. Si a mi en el instituto, en clase de gimnasia, después de dar 10 giros a velocidad de vértigo en una barra fija (en ese momento probablemente convertido en un difusor de vómitos a gran escala), me suelto de golpe, hago 8 tirabuzones por encima de la pista del cole con tal fuerza centrífuga que casi se me salen las espinillas y los puntos negros de la cara, caigo de pie y el profesor me pone un 6… al día siguiente me presento en el “insti” con una metralleta y no dejo vivo ni al padre del bedel, que ni siquiera esta allí. Luego esta lo de la natación sincronizada. Sí, todo muy bonito, pero en un bar “eh´pañol”, entre tapas de tortilla salmonelada y bebiendo vino barato para olvidar el estado de nuestras hipotecas, lo que hagan seis pijas en una piscina nos tira de un huevo. De hecho durante las pruebas de natación sincronizada, la amplitud de miras del españolito de a pie queda bien clara cuando ves que todo Dios esta pendiente de lo mismo: a ver cuanto aguantan sin respirar debajo del agua… y punto pelota. Y si una se pone un poco azul… pues mejor, más emoción. Luego están los deportes de equipo (baloncesto, futbol, hockey) y, como no, los comentarios aplicables a todos ellos, que todos hacemos en el bar y en los que nadie discrepa: “cuidadito con los suecos que son muy fríos”, “los argentinos… es que juegan sucio”, “estos de Camerún corren de carallo” y “los alemanes parece que no están … pero siempre ganan”… y a tomar por culo, con estas 4 reglas básicas ya puedes autoproclamarte erudito del deporte de equipo en cualquier taberna de mala muerte de este país. Lo del baloncesto no tiene nombre, que el más alto de todos es un chino, joder que se están subiendo las sillas encima de las mesas, que dentro de poco vemos a un esquimal en la final de volley playa. En fin, que a ver si conseguimos un buen puñado de medallas, lo de los diplomas olímpicos ya nos da un poco igual . ¿Diploma olímpico?. Eso es como si te matriculas en una ingeniería, la cagas en el examen final y te dan un papel que pone “perito”, hombre no es lo que esperabas… pero algo es algo.

También es noticia de actualidad los 3.500 kilos de cocaína que han llegado a las playas de las Rías Baixas gallegas. Bueno, 3.500 los encontrados, llegar… llegarían más de 4.000, que los testigos presenciales entrevistados por Antena 3 dicen que lo han devuelto todo pero les baila la mandíbula que parece Michael Jackson con Parkinson. Dicen no saber la cantidad de cocaína que podría haber aun suelta por las rías… quizás este tipo de sucesos expliquen por qué hay peces voladores en las Rías Baixas… serán peces normales… pero con ayudita. En el telediario no hacen más que hablar del lado malo de las drogas pero… ¿y el lado bueno?. Para eso tenemos a Chris Rock…

miércoles, 13 de agosto de 2008

Fumar o no fumar (esa es la cuestión...)


Soy de esa clase de gilipollas que empieza a fumar con 20 años, y no en el instituto, como todo adolescente que se precie, para hacerse el hombre delante de las chicas. Yo empecé a fumar en un viaje que hice ya mayorcito a Atlanta, donde a todo esto no fumaba ni Dios (entre otras cosas porque era carísimo). Pues ahí empecé yo a joderme los pulmones. Si tiene razón mi madre, lo mío es llevar la contraria. Os podéis imaginar el descojone de mis amigos al regresar, cuando salgo del aeropuerto y enciendo el pitillito. La verdad es que era para darme collejas hasta hacerme sangrar. Y tras ocho años de experiencia aspirando monóxido de carbono en paquetes de 20 dosis diarias, uno se pregunta si es el momento de dejarlo. Puede parecer que la solución es bien sencilla: dejarlo, pero yo no lo veo tan claro. Realmente, y dado el deporte que practico (nulo, excepto cuando corro para no perder el metro, en el mejor de los casos 50 metros obstáculos reglamentarios, eso sí, con descansos intermedios para tomar aire, poco comunes en dicha disciplina olímpica, todo sea dicho) no creo que pueda disfrutar de las ventajas fisiológicas que nos venden para dejar de fumar. Lo que sí me tienta es la motivación económica. Echando cuentas me he gastado la friolera de 1022 euros el año pasado en tabaco, así que he estado un año entero respirando verdura quemada en vez de invertir pasta en asuntos más importantes como: renovar mi vestuario (sobre todo en lo que concierne a mi ropa interior, que sigue siendo en un 90% la misma que llevaba en el instituto, calzoncillos de margaritas incluidos), ponerme unos implantes de pelo en las entradas (muy majas las chicas que me dicen que me hacen “interesante”, pero para mi “interesante” es un documental sobre mandriles, y yo lo que quiero es estar guapo, no atraer interés científico) o comprar por fin esa discografía completa de Nino Bravo (y en vinilo, que así puedes escucharlos en casa con gafas de pasta negra para que no crean que los pillaste en una gasolinera). Pero no, todo ese dinero se lo ha llevado Philip Morris y sus colegas (que seguramente tengan calzoncillos fashion de Emporio Armani, melenas Pantenne y al jodido Nino Bravo cantando en directo para sus invitados… bueno, Nino o un holograma de Nino, quien sabe, el dinero todo lo puede). La cuestión es tomar una decisión pero no me aclaro. ¿Sabéis qué? Voy a fumarme un pitillito para meditarlo, y mientras tanto os dejo con las impresiones de Bill Hicks acerca de este espinoso asunto.

martes, 5 de agosto de 2008

Les Piragües


Este fin de semana me voy al Descenso Internacional del Sella. Como muchos sabéis, se trata de una prueba de piragüismo considerada Campeonato de España de Descenso de Ríos que se desarrolla en el tramo del río Sella comprendido entre el Puente de Arriondas y el Puente de Ribadesella (aunque los cadetes sólo lleguen al Puente del Ferrocarril de Llovio). En total, unos 20 km de descenso entre paisajes naturales de ensueño y arropados por la población local y un aluvión de turistas que elevan el número de habitantes de la zona a unos 200.000 (Ribadesella tiene 6.000 habitantes el resto del año, y Arriondas 2.500… para flipar). Hasta aquí la historia oficial. Sin embargo lo cierto es que a la mayoría de turistas que van a la zona… las piraguas les importan bien poco. Como en toda fiesta estival española que se precie, lo del descenso, la entrega de premios y el resto de parafernalia se convierten en la perfecta excusa para el desmadre y la alcoholización indiscriminada de los asistentes. Y entonces pasa lo que pasa cuando se acude a eventos deportivos con un colocón del quince. Allí bajarán alrededor de 1.000 palistas, pero los espectadores verán unos 2.000, y hasta habrá quienes vean pitufos conduciendo una piragua. Y es que los asturianos en lo del deporte lo tienen muy claro, sólo hay que ver a las peñas que siguen a Fernando Alonso por el mundo, que siempre los enfocan y están en la grada borrachos como cubas, escanciando sidra y entonando el “Asturias, patria querida”, antes, durante y después de la carrera, luego cogen el bus y al llegar a casa ya mirarán en el periódico en qué puesto quedó Fernando, si es que participó en la carrera, porque yo me imagino que les dará igual. Y luego en el telediario dicen “es que la afición asturiana es muy fiel a Fernando Alonso, este año no tiene coche para ganar y aun así lo siguen a todas partes”. No te jode!!!. Semejante fiestón!!! Yo creo que por ellos como si compite en triciclo. Y si David Copperfield fuera asturiano (...que se llamaría David Prau-de-cobre), pues les veo a todos con un pelotazo de la virgen, cantando el himno nacional y viendo como hace desaparecer la estatua de la libertad (“es que borrachos flipamos más con los trucos del guaje”, dirían). Menudos son nuestros primos-hermanos. Y es que los gallegos y los asturianos somos muy diferentes… pero en lo que respecta al nivel de alcohol en sangre promedio de los asistentes a un evento veraniego… igualiños / igualinos, igualiñas / igualines.

Como habréis notado (si leísteis mis últimos posts), estoy pasando por una fase de rebeldía espiritual que me hace parecer, en ocasiones, un tanto radical o extremista en mis opiniones. Es el resultado de leer demasiado el periódico estas últimas semanas. Soy de esas personas que son incapaces de quitarle hierro a asuntos como la guerra, la hambruna, la codicia del sistema capitalista (veis, ya vuelvo otra vez…). En resumen, de vez en cuando paso por estos periodos de reflexión personal, tanto de mi mismo como de mi entorno, y arrojo estas sacudidas dialécticas a mis allegados para aliviar la tensión interna que sufro. Pero luego mi mente vuelve a la tranquilidad y me convierto otra vez en el habitante 326XXXX5T de este país (perdonad la censura, es la ley de protección de datos), y retomo mis rutinas diarias para disfrutar de la calma previa a la siguiente tormenta. No podréis negarme que el mundo esta muy jodido!!!. Pero cuando quiero alcanzar la serenidad y recuperar la esperanza, sólo tengo que escuchar de nuevo el discurso final de Charles Chaplin (imperdonable no haber mencionado hasta ahora a este cómico en mi blog) en El Gran Dictador, un canto a la libertad basado en la confianza en la bondad del hombre.