jueves, 31 de julio de 2008

And the winner is... George Carlin!!!


Bueno, ya tenemos los resultados de una de las encuestas con menor participación de la historia de las encuestas on-line (sólo superada por la anterior encuesta que hice yo mismo). Ha ganado George Carlin como el cómico mejor valorado de los expuestos en el blog con un 71% de los votos (impresiona dicho así, pero son 5 míseros votos). A las puertas ha quedado Woody Allen con un 28 % (lo se… entre los dos no suman 100, pero no nos vamos a poner quisquillosos con una encuesta en la que participan 7 personas, ¿no?, en Guinea Ecuatorial Obiang ganó con un 115% de los votos y nadie allí ha dicho nada… bueno algunos sí… que Dios los tenga en su gloria). El resto de candidatos se han quedado sin voto alguno (y hablamos de gente de la talla de Seinfeld y Bill Hicks), aunque estos desastrosos resultados se deben más a el número de votantes que a otra cosa, puesto que talento le sobra a cualquiera de los que se incluían en la lista. Siempre he sentido curiosidad por las votaciones, las encuestas, las estadísticas… es algo que, siendo yo un hombre de ciencias, como en muchos otros temas, conozco y entiendo la base lógica pero desconfío plenamente de su utilidad en lo referente a los humanos. ¿Es la democracia justa? Los expertos dicen que es lo “menos injusto”, que es algo así como una patada en los huevos pero con protector testicular, mucho mejor que una coz de caballo en la entrepierna estando tú en pelotas (quien te mandaría presentarte así en el establo..). Yo no he votado en las últimas elecciones.. ni en las anteriores. Sinceramente no le veo utilidad. Quizás sí la tuviera hace 50 años pero hoy en día… ¿qué sentido tiene votar a un político?. Es como elegir a la marioneta… porque no podemos elegir a quién mueve las cuerdas: los grandes lobbies. A mi me gustaría poder votar al presidente de Repsol, Microsoft, gerentes de la industria armamentística, etc… en resumen: esos miembros de ese Gran Club al que los ciudadanos de a pie no hemos sido invitados (Carlin dixit). Esos son los dueños de todo esto… sí, también de nuestros gobiernos, nuestros sistemas judiciales (hay hasta leyes a la carta para esta gente), nuestro sistema educativo.. pero ahí no hay democracia que valga. Eso se gestiona oligarquicamente y… amigos míos, repito, en ese club les importamos una mierda. Eso sí… podéis escoger el color, la cara y el traje de sus marionetas. El hombre al que habéis “votado” (irónicamente) en esta encuesta piensa así.. y yo también (¿hay algún ingenuo que no?). El sistema inventa cosas como las elecciones para que sintamos esa placentera sensación de que nosotros “controlamos” la situación… pero es mentira, nosotros somos los controlados. Pero para métodos de control los de la Iglesia, otra institución con mucha tela, otra ficha del mismo juego. Como eso de los 10 mandamientos… pero bueno, esto que os lo explique mejor George…

lunes, 28 de julio de 2008

Laughs Against Big Brother


Todos nos sentimos observados. No sólo los participantes del cargante programa de televisión viven rodeados de cámaras. Yo vivo en el centro de Madrid (Malasaña) y las señales de “esta siendo usted grabado en video” acampan por doquier en el barrio. Ya ni te cuento en el metro. Esto ha tenido efectos tanto beneficiosos como perjudiciales para la sociedad. Beneficiosos no sólo por lo referente a los niveles de delincuencia, sino por ejemplo a la realidad de que ya es menos habitual ver a gente quitándose mocos de la nariz a lo “soy minero” en medio de la calle. Perjudiciales porque ya no podemos disfrutar de ese tipo de alivios fisiológicos en público, ni siquiera cuando la calle está desierta, porque el funcionario de turno nos ve a través de la cámara, no por gusto (por supuesto), pero es su trabajo. La gente soporta esta terrible situación de violación contínua e injustificada de nuestra privacidad amparados, como siempre, en el “nada podemos hacer para evitarlo”. Pues yo creo que algo sí podemos hacer. Y tengo una propuesta. Lo que podríamos hacer es: siempre que veamos una cámara de televisión en la calle pararnos en seco, permanecer quietos unos segundos y luego empezar a andar al revés a lo Maikel Yason del Chiki Chiki. Esto, sin duda, haría creer a los funcionarios del Ministerio de Espionaje Injustificado que las cámaras están averiadas, y a base de reponer y reponer más y más cámaras disparar el gasto de ese dudoso “servicio social”, lo que llevaría al Parlamento a replantearse los métodos de tener controlado al vulgo, y sustituir las cámaras por algo más barato como podrían ser polis de paisano con máquinas de Supercinexin o similares, de forma que por lo menos aparte de sentirnos observados nos echemos unas risas. Yo ya he empezado a poner en práctica esta pequeña revolución contra el Gran Hermano y he de decir que no he conseguido que sustituyan ni una sola cámara de vigilancia… pero seguro que le he alegrado el día a más de un funcionario de la línea 5 del Metro…

La sociedad del consumo, de las hormigas esclavas de la Reina, de los tiburones financieros y de los cracks bursátiles se tambalea. Cada día que pasa nos damos cuenta de que algo en nuestro estilo de vida está podrido. Como las cosas sigan así, la deshumanización del hombre podría dar lugar a desconcertantes situaciones como la descrita en este aclamado sketch de los Monty Python…



PD: Quedan dos días para que se cierre la encuesta del blog y parece que la cosa está entre Carlin y Allen, claro que la baja participación le resta un poco de emoción al evento... Os animo a participar ahora que un voto puede desequilibrar la balanza.

miércoles, 23 de julio de 2008

Danny Boy y sus tropiezos


Mi torpeza está alcanzando cotas hasta ahora nunca vistas. Este fin de semana estuve a punto de matarme en varias ocasiones (la mejor de ellas, una caída de 1,5m desde una valla en la que me di con todo el pecho en el suelo). Soy de esos tíos que no necesita emborracharse para dar un espectáculo notable al más puro estilo Buster Keaton. Esto me lleva a recordar que nunca os había contado lo torpe que era yo de pequeño. A la gente le cuesta creer que mi madre, cuando yo era crío, me ataviaba con un casco para evitar que me rompiera el jeto contra las paredes (además de acolchar con fundas protectoras todas y cada una de las esquinas de la casa). Esto se explica por el tamaño desproporcionado de mi cabeza, unido a la delgadez del resto del cuerpo, lo que me da una apariencia única en mi especie de Chupa-Chups. Por culpa de esto muchos de los dueños de los locales en los que actúo me envían mails en los que me dicen: “la foto para la cartelería está un poco chunga, debiste de hacerla muy de cerca porque te sale una cabezota muy grande”. Cuando entro por la puerta del local se dan cuenta de que la única forma de tener una foto con un tamaño de cabeza normal se llama PhotoShop. Con el tiempo, por supuesto, abandoné el uso del casco (a los 15-16 años). El primer año del instituto me rompí la muñeca durmiendo. Sí, yo dormía en la parte de arriba de una litera. Lo que me queda por hacer es caerme desde un escenario encima del público. Tiempo al tiempo… talento para ello no me falta (por el momento me aventuro a salir a los escenarios sin casco, con dos cojones).

Hoy os dejo con humor multicultural de la mano de Gad Elmaleh, un actor marroquí afincado en Francia que inició su carrera como cómico en Canadá (nada menos). Esta es su particular visión de los deportes… pero antes unas aclaraciones acerca de los subtítulos, dado que se presentan en castellano de Mexico:

Chido = Cojonudo
Chabo = chaval, chico
Onda = carajo, mierda (Ej. Qué onda es eso? = Qué carajo / mierda es eso?)
No maches = No jodas
Salto de garroche = Salto con pértiga

Sin más dilación…

miércoles, 16 de julio de 2008

Humor y tauromaquia


Cuando alguien te llama al móvil para decirte que tienes que actuar en una plaza de toros, evidentemente crees que se ha equivocado de número. Después de insistirte tres veces más… sigues creyendo que se equivocó de número. A los pocos minutos me llaman del periódico Getafe Capital. Me querían hacer una entrevista por lo de “mi actuación en la plaza de toros” (ahí ya empecé a sospechar que quizás era cierto). El Sábado por la noche salté al ruedo (no es una metáfora). En cuanto vi el escenario en medio de la plaza de toros me di cuenta de lo que me esperaba. Gotas de sudor cayendo por mi cara. “No pasa nada Dani, seguro que sales con las orejas y el rabo”. Imaginaros la escena, el escenario en el corazón de la plaza, unas cuantas mesas con sombrillas en el albero y la barra desde donde servían las copas al lado de una barrera. Un fulano de unos 60 años que parecía salido de un cómic de tauromaquia se me acerca y me dice: “¿estas listo, chaval?”. Estuve a punto de decirle que si podía pasar por la capilla a rezar un rosario. Era el técnico de luces y sonido (menuda la que me lió, pero vamos por partes…). Un rayo de esperanza surcó el horizonte cuando la gente empezó a aplaudir y reírse durante las pruebas de sonido del micro. Tras 5 minutos de meditación en la barra / barrera, me dispongo a salir pero antes me dedico a hacer una breve observación del público asistente: media de edad 60-65 años y varios niños correteando entre las mesas (un gran día para mis chistes de pollas y condones). Mientras subía las escaleras la gente empieza a aplaudir y en mi mente suena un sonido de corneta (titirtitiii)… ¡al toro!. En la mesa central una pandilla de gente joven disfruta del espectáculo mientras el resto de asistentes permanecen un tanto distantes (de nuevo, no es metáfora, yo los veía pequeñitos de lo lejos que estaban, en especial a dos chicas del fondo que sabía que eran chicas porque me llegaba el eco de sus voces a través de la plaza, no es broma). La plaza de toros es inmensa y a cada frase que digo le siguen tres repeticiones más por el eco (mejor, por si no pillan los chistes a la primera, pensé). A mitad de la primera parte empieza a hacer un viento de cojones que además está congelado (en Julio, en Madrid, tócate los huevos) que aparte de menear las sombrillas y el atrezzo de mi escenario hace levantarse los manteles de las mesas. La peña empieza a darse el piro muerta de frío, yo me agarro al pie de micro y rezo porque el escenario no se desmorone (primera cogida). En el descanso intento relajarme un rato en la barra pero el viento sigue soplando. Se acerca el técnico de luces y sonido. “Chaval, empieza pronto que la gente se nos pira”. Subo al escenario con mi camiseta ondeando por el gélido viento. De nuevo la pandilla central se enrolla y me dedica una ovación (a por el segundo toro). Si las condiciones meteorológicas y la disposición espacial de la gente no eran suficientes para desconcentrarme, estaba ahí el técnico de luces y sonido para darme la última sorpresita. El tío se hace un lío con la máquina de luces y me dedica un repertorio de ráfagas de luces y colores durante la actuación, que hacen que parezca una gogó. Le dedico una mirada de asesino en potencia y sigo… pero no era suficiente, el fulano, no contento con lo anterior, pulsa sin querer el botón de los flashes (esos que ponen en las discotecas que hacen que parezca que todo va a cámara lenta), lo que hace que mi gag de las máquinas expendedoras de alimentos parezca una especie de Matrix a la española (segunda cogida). Poco después el espectáculo había terminado, aplausos y vuelta a la barrera. Los camareros me felicitan y los de la mesa central dicen habérselo pasado de puta madre. Joder, salí vivo de esta, como esperaba, con las orejas (congeladas) y el rabo (entre las piernas)…

Hoy os dejo con un cómico argentino: Diego Wainstein. Espero que os guste.

jueves, 10 de julio de 2008

Mejorando mi texto... una y otra vez


Sigo trabajando. Ayer acudí de nuevo a La Chocita del Loro (Goya) a seguir probando y mejorando (sobre todo en la parte de interpretación) el texto que espero poder grabar en Paramount Comedy a partir de Septiembre (… o algún día, aunque sea otro mes). Cada día que lo pruebo me voy dando cuenta de las múltiples posibilidades de mejora que presenta, muchas veces en mi casa releyéndolo y otras (la mayoría) en el propio escenario, energizado por la presencia del público, que pide un “punch” donde antes no lo había o deja de prestar atención en ciertas partes que habías dilatado en demasía. La verdad es que después de estos meses centrándome en el texto ahora estoy más involucrado en la interpretación del mismo, en las actitudes a mostrar en el escenario, las pausas, etc… Sigo intentando darle más energía a ciertas partes e incluso he sacrificado otras para evitar caer en el error de meter chistes con calzador aun a riesgo de provocar incoherencias en el texto. Ayer precisamente me cargué unos 4-5 minutos de texto porque ahí arriba me dí cuenta de que, a pesar de que generalmente es una parte que funciona, no es coherente con el resto de premisas del espectáculo, y este distanciamiento se puede transformar en un distanciamiento del público respecto al show. No es aconsejable contar historias encima de un escenario (la técnica del stand-up comedy así lo dice), sin embargo sí es preferible que todo lo que expongas al público durante 20 minutos tenga un significado, una integración, porque un texto disperso a menudo genera aplausos dispersos, y un texto sólido suele garantizar, como mínimo, la atención del público que, sin serlo todo, ya es mucho.

Y para no aburriros más con mis impresiones acerca de la escritura y mejora de textos cómicos os voy a dejar con una cómica de pro: Sarah Silverman. Para quien no la conozca deciros que es una cómica norteamericana especializada en ahondar en los tabúes sociales de su país, y en sacar ampollas acerca de temas como el racismo o la religión. En este caso os dejo con algo un poco más personal. Se trata de un mensaje audiovisual que Sarah le envía a su novio (Jimmy Kimmel, presentador de un exitoso late night TV show en USA) en el que le confiesa un terrible secreto que ya no puede seguir ocultando…

lunes, 7 de julio de 2008

Orgullo Gay: leones y corderas

Si, soy de esos. Soy el típico habitante de Madrid que aprovecha el más mínimo descuido para marcharse de la ciudad. Pero este fin de semana no fue así. El agotamiento acumulado de la suma de una despedida de soltero y mi mudanza me impidieron meterme 600 kilómetros entre pecho y espalda para ir a ver a mis congéneres gallegos. Puedo decir que, en este caso, no tengo queja. Quedarme me ha permitido disfrutar de un evento de gran magnitud: la fiesta del Orgullo Gay. Dado que ahora vivo en Malasaña, y Chueca me queda a tiro de piedra, no tuve muchos problemas para disfrutar de la festividad al completo, incluso mientras dormía. Este fin de semana se han reunido en Madrid miles de personas de todo el mundo (no es una forma de hablar) para festejar que… son gays. Si, compañeros, esa es la movida. Los heterosexuales no tenemos ni puta idea de cómo explotar mediáticamente nuestra condición sexual. Hombres y mujeres en pelotas en los balcones, drag queens y travestis dando shows por las calles, las carrozas, … una pasada. En Chueca había de todo: gays, lesbianas, bisexuales, … pero también parejas heterosexuales, grupos de chicas y… por supuesto… “esos”. Supongo que sabéis a quien me refiero. Los llamados “cazadores de camuflaje”. Hablo de esas pandillas de chicos heterosexuales que, envueltos en el atuendo más gay que puedan adquirir de entre su vestuario personal, pasan desapercibidos entre la muchedumbre. Su objetivo: encontrar un grupo de chicas que los tomen por gays, pasarse la noche con ellas de borrachera y, cuando las chicas lleven ocho copas encima (cada una, se entiende), saltar sobre la presa cual león que espera agazapado al paso de la gacela. La llamada táctica del “gay que no es gay, es cierto, te mentí, ya me voy vistiendo por las escaleras”. Y funciona, joder si funciona!!!. Fueron muchas las chicas que vi comiéndose la boca con chicos maquillados y ataviados con un pantalón vaquero de colorines y una camiseta ceñida de rejilla. Menudos cracks. El cazador nocturno de fin de semana sabe como adaptarse a casi cualquier situación, y ni siquiera una multitudinaria reunión de homosexuales puede arruinar sus planes. Es la picaresca que nunca ha faltado en nuestro país (nación, estado, conjunto de naciones, región europea, hoy no estoy para discusiones de ese tipo). Después de todo, el Lazarillo de Tormes es español, y aquí todo el mundo sabe como buscarse la vida.

Y como mensaje a todas esas chicas que han caído en las garras de estos avispados depredadores urbanos, decirles que eso es lo que hacen los hombres: querer mujeres. No sabemos hacer otra cosa, así que no nos culpéis por ello. “Donde haya una mujer, hay un hombre trabajando en la situación” (J. Seinfeld). Os dejo un ratito con este monstruo del stand-up.

miércoles, 2 de julio de 2008

Eurocopa: futbol y carcajadas


A pesar de ser este un blog de contenido cómico (o eso pretende ser), hay veces que ciertos temas son difíciles de evitar. “Hemos” ganado la Eurocopa!!!, “somos” la hostia!!! (lo típico, si no hubiéramos dicho “han” perdido la final, “son” unos cafres). La verdad es que han conseguido hacerme recuperar el espíritu futbolero de mi adolescencia y hasta puedo decir que sin ser un auténtico fan he sufrido como el que más (en la última analítica me dio exceso de calcio en sangre de tanto comerme las uñas). Es lo que tiene el futbol en este país. Ya podemos tener la crisis económica más preocupante de los últimos 50 años, estar al borde de una guerra fanático-religiosa o estar en pleno proceso de divorcio que si cae un título de futbol bajamos a la calle y a cantar como descosidos (hombre, los que están en pleno proceso de divorcio aprovechan la situación y queman un par de contenedores, que alivia tensiones). La imagen de la Plaza de Colón será difícil de borrar de la mente de los afortunados que asistimos a este triunfo del “jogo bonito”. Para el archivo también queda el momento en el que los jugadores mantearon a Luis Aragonés (más de 70 años) a unos 3 metros del suelo (media España con el rosario en las manos, lo raro es que no acabara el asunto en tragedia). Me imagino a los del SAMUR entrando en tropel en el escenario de CUATRO con el desfibrilador, “¿Dónde está el que sufrió el infarto?”. Lo más probable es que con las prisas y la confusión propia de este tipo de eventos las descargas eléctricas acabarían seguramente en el pecho de Iniesta, jugador “dudosamente” vivo (adjunto foto). ¿Es que nadie se ha fijado que Iniesta lleva años muerto?. Todos sabemos por qué ese tío no se marcha del Barça (no pasa un reconocimiento médico de ningún equipo en su "vida"). Dicen que lleva en su cartera un papel que pone: “en caso de defunción, por favor entiérrenme con el móvil en la mano, es probable que estuviera durmiendo la siesta”.

En este país lo que no nos falta es humor, y esta Eurocopa la hemos ganado entre nervios y carcajadas. Como prueba os dejo este video de los guiñoles emitido tras acabar con el temido catenaccio italiano: