lunes, 28 de julio de 2008

Laughs Against Big Brother


Todos nos sentimos observados. No sólo los participantes del cargante programa de televisión viven rodeados de cámaras. Yo vivo en el centro de Madrid (Malasaña) y las señales de “esta siendo usted grabado en video” acampan por doquier en el barrio. Ya ni te cuento en el metro. Esto ha tenido efectos tanto beneficiosos como perjudiciales para la sociedad. Beneficiosos no sólo por lo referente a los niveles de delincuencia, sino por ejemplo a la realidad de que ya es menos habitual ver a gente quitándose mocos de la nariz a lo “soy minero” en medio de la calle. Perjudiciales porque ya no podemos disfrutar de ese tipo de alivios fisiológicos en público, ni siquiera cuando la calle está desierta, porque el funcionario de turno nos ve a través de la cámara, no por gusto (por supuesto), pero es su trabajo. La gente soporta esta terrible situación de violación contínua e injustificada de nuestra privacidad amparados, como siempre, en el “nada podemos hacer para evitarlo”. Pues yo creo que algo sí podemos hacer. Y tengo una propuesta. Lo que podríamos hacer es: siempre que veamos una cámara de televisión en la calle pararnos en seco, permanecer quietos unos segundos y luego empezar a andar al revés a lo Maikel Yason del Chiki Chiki. Esto, sin duda, haría creer a los funcionarios del Ministerio de Espionaje Injustificado que las cámaras están averiadas, y a base de reponer y reponer más y más cámaras disparar el gasto de ese dudoso “servicio social”, lo que llevaría al Parlamento a replantearse los métodos de tener controlado al vulgo, y sustituir las cámaras por algo más barato como podrían ser polis de paisano con máquinas de Supercinexin o similares, de forma que por lo menos aparte de sentirnos observados nos echemos unas risas. Yo ya he empezado a poner en práctica esta pequeña revolución contra el Gran Hermano y he de decir que no he conseguido que sustituyan ni una sola cámara de vigilancia… pero seguro que le he alegrado el día a más de un funcionario de la línea 5 del Metro…

La sociedad del consumo, de las hormigas esclavas de la Reina, de los tiburones financieros y de los cracks bursátiles se tambalea. Cada día que pasa nos damos cuenta de que algo en nuestro estilo de vida está podrido. Como las cosas sigan así, la deshumanización del hombre podría dar lugar a desconcertantes situaciones como la descrita en este aclamado sketch de los Monty Python…



PD: Quedan dos días para que se cierre la encuesta del blog y parece que la cosa está entre Carlin y Allen, claro que la baja participación le resta un poco de emoción al evento... Os animo a participar ahora que un voto puede desequilibrar la balanza.

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