viernes, 13 de junio de 2008

Voces de alarma...


El verano se presenta apasionante. Es de todos los cómicos conocido que Julio y Agosto no son precisamente los mejores meses para trabajar. Los estudiantes vuelven a sus casas, la gente se va de vacaciones, cambian sus locales habituales por las cañas en una terracita para disfrutar de la brisa nocturna.. en resumen, en los locales de monólogos no queda ni Dios, muchos dejan de programar… Es por esto que si eres cómico es importante que en este cuento seas una hormiga y no una cigarra, porque a lo largo del año hay que ir ahorrando para cuando llega el verano. Este año, además, tenemos a nuestros amigos la crisis económica y la huelga de transportes al acecho. El que no se acojona es porque no quiere. Y eso que los españoles tenemos una tendencia a la exageración que siempre me ha resultado simpática. Cuando me enteré de lo de la huelga (tarde, como siempre) me advirtieron que debería llenar el depósito de combustible de mi coche porque el suministro se iba a terminar. Allí fui. Lo que me encontré en la gasolinera no tenía nombre. El clima que se respiraba era más o menos el que esperas después de un desastre nuclear o ante el inminente impacto de un meteorito asesino. La gente gritando, corriendo de un lado para otro, derramando gasolina por fuera del depósito para “apurar hasta la última gota”, un fulano saliendo con dos bidones de gasolina bajo el brazo “por si acaso”,… un espectáculo. Me recordó aquella broma que nos hicieron los informáticos con lo del “efecto 2000” y aquel reportaje de la televisión gallega en el que se veía a señoras de pueblos recónditos de nuestros montes saliendo de los hipermercados con 8 carritos llenos por familia porque… iban a dejar de funcionar los ordenadores, los satélites, el despertador de la cómoda, … vamos, una hecatombe. Al final, por supuesto, nada. Pero es que aquí lo de dramatizar las situaciones lo llevamos muy adentro. Con esto no estoy diciendo que la huelga de transportes sea una broma ni mucho menos. Me he estado informando y la verdad es que la cosa esta muy pero que muy jodida para esta gente. Ahora bien, una cosa es eso y otra es ir en tropel y “saquear” hipermercados y gasolineras como si tuviéramos que meternos en nuestros Bunkers antilluvia radiactiva, quemar vivo a un tío que estaba durmiendo en un camión,... En España, y con mucha facilidad, se nos va la olla. Lo más fuerte que he llegado a escuchar es un tío de mi barrio que me dijo que era un buen momento para donar sangre (¿¿¿¿????) por lo de la crisis. Al principio me pareció la mayor gilipollez que podía salir de la boca de un fulano de Hortaleza, luego lo pensé mejor… y si, es la mayor gilipollez que podría haber dicho. Yo, de todas formas, no puedo donar sangre porque estoy muy delgado. La última vez que me animé a ir a donar sangre me metieron dos unidades a mi.

Hoy estoy un poco caprichoso así que, os guste el humor yankee o no, os voy a dejar con una de mis debilidades: George Carlin. En este monólogo, en realidad un fragmento de su espectáculo sobre el aborto, habla de “la santidad de la vida”, un tema muy pero que muy peliagudo…

5 comentarios:

Salomón dijo...

jajaja!

Sí, tio... no recordaba el nombre, pero lo había visto antes. En el blog de Pepón.

Es muy bueno. Me ha encantado lo de "mi dios tiene la polla más grande que tu dios" xDDDD

Saludos!

Anónimo dijo...

Jajaja!! Lo del pánico a causa de la crisis es totalmente verídico, el otro día paramos a repostar en una gasolinera que está justo al lado de la frontera francesa y cuál es mi sorpresa al ver nada más y nada menos que 9 coches por surtidor, que echando cuentas debían de ser en total unos 36 en la estación de servicio, para acojonarse!! Y los gabachos llevándose bombonas de butano como si de caramelos se tratase!
La leche desaparecida de los supermercados desde hace días!!
Parecía el guión sacado de una película tipo "Deep impact".

Besos

ANTÍA

Danny Boy-Rivera dijo...

Parece que la cosa se va tranquilizando pero aun se percibe cierta histeria colectiva. Sólo espero que España no pase de cuartos porque eso podría alterar aún más a la población civil. Estaríamos ante una catastrofe humana de dimensiones inimaginables...

Salomón dijo...

Tío...

Acabo de enterarme de que Carlin ha muerto.

Hay que joderse

Danny Boy-Rivera dijo...

Vaya...

Me encantaba ese tío...

Acabo de ver que ya tenía 71 años. En fin, es la vida.