viernes, 9 de mayo de 2008

Higiene.... pa qué??


Llevo 3 días sin gas en casa. 3 días!!! Lo peor de todo es que el día anterior a quedarme sin gas tampoco me había duchado, lo que hacen un total de 4 días efectivos sin ningún contacto con el jabón. No es que yo sea el adalid de la higiene corporal pero esto me está sobrepasando. Ayer me metí en la ducha dispuesto a acabar con esta mierda (nunca mejor dicho) aunque fuera con agua fría, pero finalmente no fui capaz. No os podéis ni imaginar las pintas que tengo. Ayer le tuve que explicar a unos amigos que a pesar de las apariencias no llevaba gomina. Es el llamado peinado Koipesol. Chicas, si queréis tener un pelo brillante, ni Pantene ni Johnsons Baby, os propongo una semanita de abstinencia higiénica. El pelo… otra cosa no, pero brillar…brilla. Estoy experimentando un montón de sensaciones nuevas que nos perdemos en la rutina diaria por nuestra obsesión con la higiene. Por ejemplo, los picores. Si, señores, ya estoy en la “fase de los picores”. Esto significa que ya he pasado las fases anteriores: la inicial “mi sobaquillo huele un poco”, la fase intermedia “me huelo mal” y finalmente…“no me quito los calcetines por miedo”. Quejarse es fácil si no nos fijamos en las partes positivas de la situación. Por ejemplo, yo soy alérgico a los mosquitos. Joder, a día de hoy ni se me acercan… les huelo mal!!! Y hablando de mosquitos querría hacer un comentario a las empresas que fabrican repelentes de mosquitos. Por favor… ¿podríais utilizar un agente repelente un poco más específico?. Es que repeler los mosquitos los repele, pero ojo, a los mosquitos y a cualquier otro ser vivo con capacidad olfativa, incluidas por supuesto las personas. No hay mejor remedio para que no te atosiguen en el metro que llevar puesto repelente de mosquitos. Pues a día de hoy yo ya no necesito estos trucos. Hoy iba yo solo en el vagón del metro, y el resto de vagones llenos. Y es que la falta de higiene fomenta la intimidad y por fin tu “espacio vital”, que en el resto de la semana en el transporte público lo compone una parcela de menos de un metro cuadrado, de repente se convierte en kilómetro y medio. Os he de confesar una cosa. Hoy se espera que llegue el gas a mi casa…. y estoy un poco nervioso. Es como cuando te dejas el pelo largo y vas a la peluquería a raparte… da miedo que puedas arrepentirte porque sabes lo que te ha costado esperar a tener esa melena. Esto es lo mismo. No se cuando podré volver a ser un fétido despojo humano… ¿y si me arrepiento? ¿Por qué no esperar a ver que viene después de los picores ahora que ya estoy tan cerca? No se… supongo que acabaré por ducharme… llamadme cobarde…

Ayer me lo pasé en grande en el Bar Mandala de Vallecas y no querría despedirme hoy sin antes mandarle un abrazo a David y a toda la peña del local, un público formidable. Un besazo a todos y espero volver pronto con vosotros.

Hoy os dejo con uno de los mejores ejemplos de cómico de stand up que acabó siendo un actor de éxito en la gran pantalla. Famoso por su enorme abanico de muecas y su capacidad para transformarse en un auténtico dibujo animado… estoy hablando, por supuesto, de Jim Carrey. En este caso os dejo un fragmento de un monólogo suyo correspondiente a sus inicios como showman en el Comedy Store. Atención a su ya clásico gag del “san bernardo enfadado”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dios Santo!!!No hablarás en serio???? jajaja!! Qué fuerte!! Acaso no hay en Madrid ningún alma caritativa que te deje hacer uso de una mísera e higiénica ducha???

Antía

PD: Yo te invito a mi hotel, no a ducharte porque veo que incluso te sientes agusto así ;-) , sino a espantar al grupo de jubilados madrileños que llega esta tarde a tocarme un poco las narices.

Danny Boy-Rivera dijo...

Hola Antía!!!

Por supuesto que hablaba en serio. Finalmente he conseguido ducharme. Ha sido espectacular, un genocidio masivo de bacterias bien creciditas. Cuando pasaba la esponja casi podía oir sus gritos desesperados. Un par de días más y hubieran evolucionado lo suficiente como para tener uso de razón... y no hubiera podido hacerlo, sería demasiado cruel...

Paciencia con los jubilados madrileños...

Besos